Diálogos entre Solón y un sacerdote de Saís - La Atlántida

Del Timeo de Platón:
Diálogos entre Solón y un Sacerdote de Saís


"Vosotros sois jóvenes en lo que a vuestra Alma respecta. Porque no guardáis en ella ninguna opinión antigua, procedente de una vieja tradición, ni tenéis alguna ciencia encanecida por el tiempo..."


"Los hombres han sido destruidos y lo serán aun de muchas maneras, por obra del fuego y del agua tuvieron lugar las más graves destrucciones, pero también las ha habido menores ocurridas de formas diversas..."


"La verdad es esta: A veces en los cuerpos que dan vueltas al cielo en torno a la Tierra, se produce una desviación o "paralaje", y con intervalos de tiempo muy espaciados todo lo que hay sobre la Tierra muere por la superabundancia del fuego. Entonces todos los que habitan sobre las montañas, en los lugares elevados y en los que son secos mueren, más que los que viven en los lugares cercanos a los ríos y al mar..."


"Por el contrario otras veces, cuando los Dioses purifican la Tierra por medio de las aguas y la inundan, solo se salvan los boyeros y los pastores de las montañas..."


"Pero entre vosotros y las demás gentes, siempre que las cosas se hayan ya un poco organizadas en lo que a la recensión escrita y a todo lo demás que es necesario a los Estados, he aquí que nuevamente, a intervalos regulares, como si fuera una enfermedad las olas del cielo se echan sobre vosotros y no dejan sobrevivir de entre vosotros más a que a gente sin cultura e ignorantes. Y así vosotros volvéis a ser nuevamente jóvenes, sin conocer nada de lo que ha ocurrido aquí, ni entre vosotros, ni en los tiempos antiguos..."


"...En principio vosotros no recordáis mas que un diluvio terrestre siendo así que anteriormente ha habido ya muchos de estos..."


"...lo ignoráis porque, durante numerosas generaciones han muerto los supervivientes sin haber sido capaces de expresarse por escrito..."


"En efecto, nuestros escritos cuentan de qué manera vuestra ciudad aniquiló, hace ya tiempo, un poder insolente que invadía a la vez toda Europa y toda Asia y se lanzaba sobre ellas al fondo del mar Atlántico".


"En aquel tiempo, en efecto, era posible atravesar este mar. Había una isla delante de este lugar que llamáis vosotros las Columnas de Hércules. Esta isla era mayor que la Libia y el Asia unidas. Y los viajeros de aquellos tiempos podían pasar de esta isla a las demás islas y desde estas islas podían ganar todo el continente, en la costa opuesta de este mar que merecía realmente su nombre.


Pues, en uno de los lados, dentro de este estrecho de que hablamos, parece que no había más que un puerto de boca muy cerrada y que, del otro lado, hacia fuera, existe un verdadero mar y la tierra que lo rodea, a la que se puede llamar realmente un continente, en el sentido propio del término. Ahora bien: en esta isla Atlántida, unos reyes habían formado un imperio grande y maravilloso.


Este imperio era señor de la isla entera y también de otras muchas islas y partes del continente. Por lo demás, en la parte vecina a nosotros, poseía la Libia hasta el Egipto y la Europa hasta Tirrenia. Ahora bien, esa potencia, concentrando una vez más todas sus fuerzas, intentó, en una sola expedición, sojuzgar vuestro país y el nuestro, y todos los que se hallan a esta parte de acá del estrecho.


Fue entonces, ¡oh Solón! Cuando la fuerza de vuestra ciudad hizo brillar a los ojos de todos su heroísmo y su energía. Ella, en efecto, aventajó a todas las demás por su fortaleza de alma y por su espíritu militar. Primero a la cabeza de todos los helenos, sola luego por necesidad, abandonada por los demás, al borde de los peligros máximos, venció a los invasores, se alzó con la victoria, preservó de la esclavitud a los que nunca habían sido esclavos, y sin rencores de ninguna clase, liberó a todos los demás pueblos y a nosotros mismos que habitamos el interior de las Columnas de Hércules.


Pero, en el tiempo subsiguiente, hubo terribles temblores de tierra y cataclismos. Durante un día y una noche horribles, todo vuestro ejército fue tragado de golpe por la tierra, y asimismo la isla Atlántida se abismó en el mar y desapareció. He aquí por qué todavía hoy ese mar de allí es difícil e inexplorable, debido a sus fondos limosos y muy bajos que la isla, al hundirse, ha dejado."