Del no dualismo - Ibn Arabi -

-Extractos del Tratado de la Unidad-


«Alá es la existencia de la eternidad sin comienzo»




Nacido en Murcia en 1164 y muerto en Damasco en 1240, el sufí Ibn El-Arabi ha sido uno de los eruditos españoles más insignes. La influencia de su no-dualismo, no sólo es profunda en el ámbito islámico, sino que también ha dejado una huella indeleble en el mundo cristiano. Entre sus obras cabe destacar  Tratado de la unidad, Dos cartillas de fisiognómica y Futubat.

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1-¡Gloria a Alá, ante cuya Unicidad no hay nada anterior, si no es Él, que es el Primero!


2-¡Gloria a Alá, después de cuya Singularidad no hay un después, si no es Él, que es el Siguiente! Con relación a Él no hay antes, ni después; ni alto, ni bajo; ni cerca, ni lejos; ni cómo, ni qué, ni dónde, ni estado, ni sucesión de instantes, ni tiempo, ni espacio, ni ser. Él es tal como es. Él es el Único sin necesidad de la Unidad. Él es lo singular, sin necesidad de la Singularidad.


3- Él es el Primero sin anterioridad. Él es el Último, sin posterioridad. Él es Evidente sin exterioridad. Él es Oculto sin interioridad. Porque no hay anterior, ni posterior; no hay exterior, ni interior, sino Él.


“TÚ NO ERES UNA REALIDAD, TU NO ERES, NO HAS SIDO Y NO SERAS JAMAS”


4- Las cosas no tienen ninguna existencia y lo que no existe no puede dejar de existir. Decir que una cosa ha dejado de existir, que no existe ya, equivale a afirmar que ha existido.


5- Pero si conoces el ti mismo, es decir, si puedes concebir que no existes y que, por tanto, no puedes extinguirte jamás, entonces conoces a Alá. En otro caso, no.


6- Alá es la existencia de la eternidad sin comienzo, de la eternidad sin fin y de la preexistencia.


7- Creer que algo distinto de Él puede existir, que puede desaparecer o extinguirse, supone entrar en un círculo vicioso. Todo eso es idolatría y nada tiene que ver con la Gnosis.


8- Todos los atributos de Alá son los tuyos. Tu exterior es el Suyo, tu interior es el Suyo. Tus cualidades son las Suyas y tu naturaleza íntima la Suya. Y eso sin que te conviertas en Él o sin que Él se convierta en ti, sin transformación, disminución o aumento alguno.


9- Cuando te hayas conocido verdaderamente, te habrás desembarazado de tu dualismo y sabrás que no eres distinto de Alá. Mientras tengas una existencia independiente, una existencia «distinta de Alá», no conseguirás conocerte y serás un Señor Dios distinto de Él.


10- Tú no eres una realidad ni una «nadidad», tú no eres, no has sido y no serás jamás. Cuando comprendas esto comprenderás también el sentido de la fórmula: «No hay Dios, si este no es Dios»


11- La ilaha ill'Allah, es decir, no hay un Dios distinto de Él, no hay un «distinto» distinto de Él y no hay Dios si éste no es Él.


12-  Has de saber que lo que tú llamas tu existencia, no es en realidad ni tu existencia ni tu no existencia. Has de saber que tú no eres existente, ni eres la nada, que no eres distinto de ser existente, ni distinto de la nada. Tu existencia y tu «nadidad» constituyen Su Existencia, aquélla que no puede ni debe discutirse si Es o no Es.


13- Tú no eres distinto de Él, pero no te conoces a ti-mismo y no sabes que eres Él y no tú. Cuando llegues a Alá, es decir, cuando te conozcas a ti mismo, sabrás que has conocido a Alá por Alá y no por ti mismo.


14-«El que conoce» y «lo que es conocido» son idénticos; e igual ocurre con «el que llega» y «aquél al cual se llega», «el que ve» y «lo que es visto». Porque la cualidad y el que la posee son idénticos. Tal es la explicación de la fórmula :“Quien se conoce a sí mismo, conoce a su Señor”