El precio del triunfo

Algo que uno debe saber, es que para triunfar en algo, ya sea material o espiritualmente, siempre se ha de pagar un alto precio. Se trata, en esencia, de aprender a sacrificar lo superfluo y hueco, en aras de lo superior y trascendental. Sacrificar lo de escaso valor por lo que verdaderamente importa...


Si, nada se nos da gratis en esta vida y por lo general, los objetivos más valiosos, cuestan un precio muy alto que nadie puede dejar de pagar, pues como bien dice el axioma de la Sabiduría Eterna: "Caro es el saber que compras con tu experiencia y más caro es el que te falta por adquirir todavía"...


Un anhelo que nos mueve desde dentro para que luchemos y logremos cualquier objetivo, exige antes que nada, que los deseos de carácter secundario sean sacrificados, pues por lo general, van en contra de aquello que queremos lograr...


Sólo es posible llegar a triunfar sobre cualquier obstáculo, pagando el precio de renunciar a todo aquello que nos reste tiempo, perseverancia, ilusión y medios de lograr aquello que nos hemos propuesto...


¿Cuántas veces no nos hemos propuesto hacer algo concreto en nuestras vidas  y por una u otra razón, hemos abandonado la perseverancia, antes de lograr lo que queríamos?, ¿Por qué fracasamos en estos casos...? 


Porque no supimos pagar el precio que nos costaba renunciar a aquello que se oponía a nuestros anhelos...


Conclusión: para lograr triunfar en algo antes que todo, debemos tener bien claro qué es lo que queremos, para así, poder actuar en consecuencia....


Hay algo que diferencia a las personas que tienen éxito o que triunfan en todo aquello que se proponen  y es la voluntad que desarrollan por todo aquello que hacen...


Si, por importantes que parezcan otras cualidades o virtudes como la habilidad, la destreza, la buena suerte, etc., mucho más importante es centrar toda nuestra conciencia en aquello que anhelamos. Sólo así se puede triunfar en lo físico, en lo psicológico y en lo espiritual...



El triunfo, al que sólo se llega por el camino de la eficacia de un trabajo personal, es siempre un proceso de avance, que comienza desde algo, se dirige hacia algo y por fin se logra. 


El triunfo es en definitiva, lograr llegar a Ser aquello que uno se ha propuesto y desde un punto de vista trascendental, llegar a hacer de nuestras vidas una Obra Maestra....


Si, el triunfo personal sería lograr desarrollar unos valores definidos y estos valores, se encuentran en nuestra Conciencia....


Conclusión: Sólo desarrollando nuestra Conciencia, podremos hacer algo digno y objetivo de nuestras vidas. Por eso, hay que  comprender que el triunfo siempre se logra comenzando desde adentro hacia fuera  y el auténtico triunfador, tiene siempre como compañeras de viaje la honestidad y la dignidad en el diario vivir... 


Es por eso, que los otros "triunfos", aquellos que logramos cuando nos aliamos con la maldad, el engaño y la hipocresía, antes o después, en esta o en la otra vida, sólo serán tremendos fracasos...


Si, el verdadero triunfo, está siempre cerca de la sencillez, de la generosidad, de la alegría por el bien ajeno, de la sinceridad con uno mismo, del saber escuchar y sentir a los demás, del buen sentido del humor y del saber estar en soledad y con los demás, del tener fe y esperanza en lo que hacemos, incluso si al final no logramos aquello que anhelábamos, pues el auténtico triunfo, está en cada momento del día  y en saber que hemos puesto todo nuestro Ser y Saber por lograr aquello que creemos justo, aceptando de paso, aquellos errores que hubieran surgido en el intento, tornándolos como experiencia para un próximo intento y en síntesis, aprendiendo a vivir con plenitud cada instante, cada día, como una apasionante aventura para consigo mismo y para con los demás, en esta maravillosa escuela que es la vida....


"La perseverancia como padre y la paciencia como madre, parientes de todos nuestros triunfos".


“ No son los tropiezos ni las caídas lo que nos lleva a fracasar en la vida sino la falta de fuerza y voluntad para levantarse y seguir adelante”    


“ Solo aquel que se enamora realmente de lo que hace, llega realmente a saber que es triunfar en la vida...”