El Mundo de los Símbolos

LA SIMBOLOGÍA


“Los símbolos en los Sueños, en la Kàbala, la Alquimia y a nivel Antropológico como Psicológico, jamás se deben traducir literalmente, pues son tan solo representaciones de IDEAS ARQUETÍPICAS y deben ser utilizadas de la misma manera que un matemático utiliza los símbolos algebraicos. No está de más afirmar que tal género de Ideas descienden del Mundo del Espíritu Puro , ò por emplear un lenguaje mas comprensible al no educado en la Ciencia Sagrada, al Mundo de los Arquetipos de la Psiquis”.


“Cada símbolo, tiene siete claves regias, o siete interpretaciones diferentes.



El estudioso de la Filosofia Perenne (según esta misma enseñanza) descubre en cada símbolo el verdadero significado, de acuerdo con su Nivel de Ser, o grado de desarrollo conscientivo.


Los símbolos y su contenido esencial, no llegan a todas las gentes ,no pueden hablar a todas las gentes. la razón es muy sencilla: “No todos tienen inquietudes para aprender a ver mas allá de lo aparente”...


El Ego, el “Yo”, el “mi mismo”, además de sucio y abominable, obstaculiza el avance hacia el Ser; es un impedimento para entender el significado de la simbología.


los símbolos rehuyen, especialmente, a las mentalidades que se jactan de positivistas o materialistas, o que basan sus razonamientos en fórmulas inertes y dogmáticas.


Sólo un símbolo puede liberar al hombre de la esclavitud de las letras y de la Razón Subjetiva.


Es imposible evitar el uso de símbolos en la enseñanza trascendental. Estos son indispensables, cuando se trata de penetrar en los MISTERIOS, es decir, en aquellas VERDADES que en manos del profano e ignorante pueden convertirse en herramientas inútiles o vanas ilusiones, en el mejor de los casos, ya en instrumentos peligrosos, en el peor de los casos...”


Existe lo que el Medico y Filosofo Paracelso denomina el “SIGILO INICIÁTICO”. Los Maestros están obligados a guardar silencio, por una parte y por la otra no pueden expresar, en un lenguaje directo, toda la Sabiduría del Ser...


Los secretos de la Filosofía Perenne exigen, para su comprensión, una actividad de la CONCIENCIA y a ella se dirigen los esfuerzos de los Maestros. Esta “enseñanza silenciosa”, está expresada en los símbolos. Por eso se ha dicho que “El Silencio es la elocuencia de la Sabiduría”.


Así, pues, LA VERDAD no puede transmitirse oralmente ni por escrito; puede adquirirse, solamente, a través de la meditación profunda, o bien con el desarrollo de las facultades trascendentales del hombre...


los símbolos, ya está dicho, corresponden a IDEAS ARQUETÍPICAS, a Ideas de tipo SUPRA-RACIONAL, que escapan a los normales análisis del racionalismo subjetivo...


los intelectuales llevan sus últimos análisis a vana palabrería insubstancial, esto es a algo completamente artificial...


La Filosofía Perenne se distingue par su capacidad de poder alejarse de las palabras y sumergirse en la contemplación de las cosas tomadas en sí mismas, en su propia esencia...


No hay nada de sorprendente en el hecho de que, en estas condiciones, la Filosofía se haya dividido en dos corrientes. La primera tuvo su origen en la Lógica de Aristóteles, que sostenía la pasibilidad de llegar a la Verdad por medio de razonamientos basados en premisas, consideradas como irrebatibles...


Esta fue la filosofía oficial que se enseñaba en las escuelas ordinarias; de ahí el origen del término “escolástica”...


la otra Filosofía siguió otra dirección, siempre más o menos oculta, en el sentido de que siempre se cubrió con el velo del Misterio y transmitió sus enseñanzas sólo a través de enigmas, alegorías y símbolos. A través de Platón y Pitágoras, esta Filosofía sostenía tener su origen en los Hierofantes egipcios y en el mismo fundador de su ciencia, Hermes Trismegisto. De ahí que se le haya llamado “Hermética”.


Esta Filosofía se distingue, además, par el hecho de que nunca se ha conformado con ser puramente especulativa o teórica. De hecho siempre ha perseguido una finalidad práctica, siempre ha buscado resultados reales. Su misión ha consistido siempre en lo que se ha llamado “REALIZACIÓN DE LA GRAN OBRA”.


De todo esto se deduce que cuando es necesario expresar ideas trascendentales, los Maestros se ven obligados a usar un lenguaje figurado...


Es imposible hacerlo sin alegorías y símbolos. Y esto no es cuestión de querer o no; muchas veces no hay otro modo de expresar un conocimiento tan vasto e infinito...


El Conocimiento puro, en fin, no puede trasmitirse directamente; es necesario cubrirlo con algo. Pero esta cubierta es siempre transparente para el que sabe ver...


Por lo tanto, la simbología va dirigida a aquellos que saben adentrarse en lo profundo de todas las cosas, y permanece incomprensible para aquellos que se detienen en el significado externo o literal de las palabra...”


-L.M. G. -