Filogenia y Ontogenia

  

Al estudiar la Filosofía Perenne, debemos tener en cuenta los estudios sobre Filogenia y Ontogenia, la Filogenia es una rama de la biología que estudia la historia evolutiva y la aparición de las especies e intenta establecer el árbol evolutivo de todos los organismos actuales o extintos, mientras la Ontogenia estudia el desarrollo embrionario del individuo... 


Naturalmente se hace necesario para el estudio del hombre estas dos ramas de la ciencia genética, sobre todo para encontrar nuestros orígenes. Cuando Charles R. Darwin (1809-1882), planteó su teoría biológica sobre la evolución de las especies, el estudio de la genética empezaba a nacer, siendo Mendel en 1865 en su trabajo “Experimentos de hibridación en las plantas”, quien dio el empujón de arranque definitivo a esta ciencia. Desde entonces, hasta ahora la genética fue avanzando, mas en estos tiempos hemos dado supuestamente un gran salto, al conseguir el mapa del Genoma Humano, a parte de los experimentos de clonación y demás. 


Mas poniendo nuestro espíritu filosófico, por tanto nuestro espíritu auto-critico, esperamos que no suceda lo mismo con el manejo de la genética, que con el manejo de la energía, que nos ha llevado a contaminar nuestra Tierra y con el boom que fue la energía atómica, que nos a causado más quebraderos de cabeza que beneficios y con su consecuente y actual peligro de usar las bombas atómicas (Recordamos que Pakistán e India tienen armamento nuclear, encontrándose en una situación pre-bélica). 


Si, esperamos que el entusiasmo e ilusión científica actual por la manipulación genética, no nos lleve a cometer nuevas atrocidades, para el genero humano, no olvidamos que ya Adolf Hitler, se interesó por la manipulación genética y no precisamente para fines humanitarios. Podemos pensar que la jurisprudencia o los organismos competentes ya se encargaran de que se haga un buen uso de la manipulación genética y eso esperamos todos, pero partiendo de errores de base, difícilmente se llegará a buen término las investigaciones y experimentos genéticos. 


Si, decimos que partimos de errores de base, continuando con nuestro espíritu filosófico o auto-critico, porque no hay más grande equivocación que nuestra soberbia, queriendo como siempre someter nuestras ideas e ilusiones a la fuerza y en contra de la naturaleza. La soberbia intelectual del hombre quiere siempre imponerse a la sabia naturaleza, y se impone con soberbia, con orgullo desmedido, con maltrato, ignorando que la naturaleza es sabia, tan sabia que a nosotros mismos nos creó… 


En realidad deberíamos invertir el modo de investigar pasando de nuestro orgullo a nuestra humildad, pasando de ver a la naturaleza como algo carente de inteligencia (volvemos a recordar que fuimos creados por la propia naturaleza), a reconocer la soberana inteligencia de la Madre Tierra. 


Una larga lista de errores y comentarios podríamos sacar sobre nuestra soberbia científica y nuestra enorme falta de respeto para con la naturaleza, no podía mas que sentir vergüenza ajena, cuando por un documental científico, se exponía con esa ilusión o fantasía hipnótica que nos caracteriza, como en un próximo futuro podríamos ir a preparar y acondicionar otros planetas para la vida humana... 


Acaso tan ciegos estamos que no nos damos cuenta que estamos destruyéndonos entre nosotros y a nuestro propio planeta. Ya se dice que: “Entre lo sublime y el ridículo solo hay un pequeño paso” y el hombre siempre esta disponible a dar ese pequeño paso hacia el ridículo y el absurdo... 


Debemos de buscar esa correcta relación con la naturaleza, para que nuestra Ciencia, no rompa la incuestionable Ética entre el hombre y la naturaleza. Ética, que parte de una cooperación sin transgresión, sin causar daños, ni modificaciones contra-natura, etc..


Cuando C. Darwin expuso su teoría de la evolución de las especies, consideró excesivamente la evolución, partiendo de la capacidad de supervivencia  de cada especie, olvidando prácticamente, la hermana gemela de la evolución, que es la involución, no resulta difícil observar en la naturaleza la existencia armónica de estas dos leyes, la evolución y la involución, observando como evolución todo lo que da origen a la vida y su desarrollo y a la involución a todo lo que lleva a la decrepitud, vejez y muerte... 


Muerte y vida se equilibran mutuamente, nada puede nacer si algo no muere o se sacrifica, y así en un perfecto equilibrio la naturaleza continuamente imagina y crea. La ciencia actual sigue cometiendo el mismo error que C. Darwin todo lo polarizan solo teniendo en cuenta la evolución, olvidando la ley de involución. 


Ya se ha demostrado que todos los animales clonados tienden a enfermar y a envejecer con mucha rapidez, planteándose los científicos si la causa es porque el animal clonado hereda la vejez del animal que proporciono la célula, lógicamente, en estos experimentos no se tuvo en cuenta los procesos involutivos. Y es que la ciencia en su afán de avanzar y avanzar, y supuestamente evolucionar, olvida las propias leyes naturales y lo mucho que nos queda por aprender de la Madre Natura...


La Ciencia no debe de olvidarse de la Filosofía, de la auto-critica, y de rectificar sus errores,  tenemos la idea de que nuestra ciencia tiene un nivel exorbitante, y esto solo es una visión equivocada de nuestro pomposo orgullo. A la ciencia no se le debe de impedir su avance, pero tampoco podemos permitir que la ciencia nos lleve hacia una evolución contra-natura, que sería en realidad una involución...


Cooperar y aprender de la Madre Natura es el punto de partida correcto. Y es a través de una clara observación de los procesos de la naturaleza, como podemos seguir aprendiendo de ella. La naturaleza lo recapitula todo; todos los procesos de la naturaleza se vuelven a repetir, en sucesivos ciclos, y siempre coincide el punto de partida, con el punto final del ciclo, un árbol surge de su semilla y éste crece dando nuevamente fruto y semilla, repitiéndose los ciclos, por ello es en la Filogenia y en la Ontogenia, una de las fuentes donde la Antropología , busca las raíces de nuestro origen y de nuestros procesos evolutivos... 


Debemos destacar la inigualable genialidad de la naturaleza, que partiendo de una célula donde todos los oligoelementos minerales, impulsados por la misteriosa energía de la vida, llegan a crear a toda una maquina humana. 


La naturaleza después de innumerables ciclos, da origen a nuevas formas más complejas y podemos ver en nuestro desarrollo embrionario, como después de una milagrosa combinación de oligoelementos, pasamos a adquirir una forma vegetal, donde diversas capas se superponen en el embrión a modo de una cebolla, aunque con forma de zanahoria, de esta misma forma se dió la creación del hombre, en el amanecer de sus días, pasando los procesos vegetaloides, para más tarde evolucionar en organismos más complejos dentro del reino animal, así vemos como el embrión pasa a tener forma fetal  y esta forma fetal en principio es muy semejante en todo el reino animal, siendo en la última etapa fetal donde se marcan las diferencias entre las especies... 


Ya la ciencia genética ha evidenciado el gran paralelismo genético entre el hombre y el resto de animales, los primeros ejemplos se dieron con los gusanos y la famosa mosca vinagrera...


Y es que en realidad toda la naturaleza está emparentada con el hombre, porque el hombre es la máxima realización de ingeniería de la naturaleza y para ello ha debido de implicarse todo el material de laboratorio de Madre Natura, pasando por los tres reinos mineral, vegetal, animal. Y es lógico intuir que a la cabeza de todas las creaciones de la naturaleza estuvo el proyecto hombre, como mayor logro a alcanzar... 


Realmente es en nuestra semilla o en nuestra genética, donde podemos encontrar todos los rastros de nuestra historia. Por ello pedimos que no se haga un uso indebido, un uso contra-natura de nuestro mapa genético... 


Observando un mínimo respeto por nuestra Madre Natura, dejemos nuestro tozudo orgullo, pisoteando la obra de nuestra Madre y con humildad cooperemos y aprendamos de ella...